lunes, 28 de diciembre de 2009

Nuestras distancias.

Me quedo pensando -en silencio-
y me paro y me reclino sobre la frente
y pienso y digo:
Si estas letras llegasen a dónde estás,
si tus ojos las ven o tus oídos las escuchan de casualidad,
sabrás que remotamente en un espacio del olvido
en que nos encontramos,
estás presente…

Si las distancias se pudieran medir en palpitaciones
no habría ni muro, ni calle
ni campo, ni montaña
ni desierto, ni mar, ni cielo
que me apartasen de ti,
que me dejaran la sangre hirviendo
hasta los huesos,
-como dicen que sienten los enamorados-,
guiándome hasta aquél rincón del alma
donde te guardo de estas horas,
de soledad.

Y tú,
en el regazo oscuro del sueño
te quedas en silencio
y escuchas las cosas que pasan en la oscuridad del llanto,
que se impregnan en la piel del deseo
y te reclinas en la frente y piensas y dices:

Si estas letras llegasen a dónde estás…

Eugenio


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2 comentarios:

diario dijo...

Como escribí en uno de mis posteos, "Mensaje en una botella", escribe esas letras, pon el papel en una botella, aprieta el corcho y arrojala al mar... el mensaje llegará seguramente, y si vuelve hacia vos, quizás sea con una respuesta del otro lado.

Un abrazo, me ha gustado mucho el texto, me has hecho sentir identificado. Estas invitado a leerme y comentar cuando gustes. Un saludo!

Anónimo dijo...

¡Es mentira! eso no sienten los enamorados