lunes, 3 de octubre de 2011

Mientras te levantas...

Mientras tú te levantas
y haces que no miras
el silencio habla en tus ojos
y en este amanecer lento,
con el ruido mundano allá afuera.

Los autos en la calle,
el murmullo de la vida que se levanta,
las hojas en el piso, las murallas que derrumbamos
hasta llegar aquí, el frío depositado en los dedos del alma,
mis ojos y mi boca que no duerme
que se apega al beso del tiempo
en un rincón que te pertenece -tu alma-
en todo eso que no miras
me encuentras y te deslizas suavemente
entre las rocas de mi amanecer a tu lado.

Yo no digo nada, sólo te miro
y es mi silencio complemento del tuyo,
mi mirada observa lo que no miras
y juntos nos perdemos los dos
al comenzar el día…

Tomado de la revista.
http://www.destiempos.com/n32/eugeniobautista.htm


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domingo, 4 de septiembre de 2011

La palabra

Se me viene a la mente esta palabra
pero no la digo
se me enreda en la lengua como cascabel incierto
y se queda al acecho del momento
en que estás conmigo.

A veces se me resbala en la garganta,
e invade el silencio enemigo.
La oscuridad hace sombras en tu regazo
lugar donde me quedo dormido.

Es la palabra cruel, insensata.
El universo después de todo entre nosotros.
Es única, después de ella no hay nada que contar
sólo silencios cortados a discreción.

A veces llega en silencio y no estás,
o dormida yaces a mi lado,
ocupando todo el refugio
en que has convertido mi costado,
no la ves amanecer en mis labios
se asoma sigilosa, te acaricia y se va
lentamente como el humo del cigarro.

Me quedo mirando a ciegas
y se vuelven contra mí
los horizontes imaginarios que construyo a diario,
las sábanas parecen montañas con el sol a cuestas
y me quedo sólo entonces, contigo a mi lado,

Se desaparece el sueño,
la palabra se va contigo despertando
se está al acecho de otro incierto rato.
Tú abres los ojos y el día se hace ilusionado
la palabra vuelve y yo digo tu nombre…
enamorado.

A Nadia


septiembre, 04 del 2011


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domingo, 14 de agosto de 2011

Del nacer...

Todo comienza en el día
con la luz que penetra por la ventana
tocando todo, los cuartos, los muebles, todo.


Uno comienza asustado y triste y desolado
temiendo no poder levantarse
más allá del costado.


Pero todo se desvanece un rato y se hace realidad
en el café diario, en la palabra que sueña,
en el cigarro, en tus brazos.


El día comienza y yo tomo conciencia de las cosas,
más allá de la ventana, la luz toca los mares,
las calles, las ciudades, los hombres que nacen.


Y yo nazco, porque siempre nacemos en el diario hacer
de los días y los años.
La luz nace, se queda entre tú y yo jugando.


Yo he nacido a la vida,
porque tú, me estas mirando...



Eugenio


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jueves, 11 de agosto de 2011

Vía Pruna

He llegado hasta aquí
sintiendo los pasos del recuerdo.
El polvo de los días se aglutina y desespera
en las paredes desnudas
y las letras
¡Cuánto sentimiento!
¡Cuánta elegancia en este descubrir
de la intelectualidad contemporánea!
¡Y tan sencillo que es todo!
y se pierde en el universo cibernético
de estos diez meses y contando.


La luz aún encendida de vez en cuando
y uno que otro rasgo mudo, diferente de todos ellos
dice: “aquí estuvo un día…”

Más allá, entre los zarzales de azaremas desconocidas
esta la silla donde reposa la espera,
quizá,
quizá regrese un día…


 

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jueves, 4 de agosto de 2011

Amanecer...



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domingo, 31 de julio de 2011

En algún lugar... del mar.


 
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Nadia

No quiero saber aún sobre tu esencia
misterio que se despierta cada mañana
en silencio, sobre la gruta de la inocencia
amanecer continuo en ascuas, siempre Nadia

Sin alguna razón que quede muerta
sin algo entre el sueño, sin nada
risa llana que en vientos se presenta
llenándolo todo por siempre… Nadia

A veces muero en desordenes de ternura
y mi voz halla tu voz en cuenco de estrellas
mi voz que no muere, vacío de una hora.

Misterio que se pospone… se encuentra
tallando en mi alma la necesidad de amarte
y amarte por siempre… Nadia.



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miércoles, 9 de marzo de 2011

María

Palabra que recorre el silencio de mi alma,

eco inalterable de mi pasado

locura…


Casi sin nada en las manos

sólo recuerdos que se van quedando

en el aire abandonado de cualquier rincón

del cuarto a solas,

cascada de luces multicolores

en la fuente del deseo enhiesto

a esta hora de la mañana.


Vida breve pronunciada en un solo verso

cuatro años,

capítulo del alba detrás de las hojas

caídas del árbol de la amistad y el amor.


María.

Una canción inacabada,

un instante que se queda en el vaivén continuo

de mi voz.

Musa inalterada,

cielo, mar, ola,

amor de todos los tiempos…


Eugenio

Marzo 05 del 2011


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viernes, 18 de febrero de 2011

Mientras escribo...

Mientras escribo, las cosas se acomodan de una en una, pareciera que siempre han estado ahí, al alcance de la mano. El café ha dejado escapar su alma en el vapor que se dispersa en las partículas del aire que le rodea.
Más allá, dónde mis ojos no alcanzan, dónde mi mano no toca, ni mi nariz te huele… estás tú, pero mi palabra te llega como relámpago en la noche y sabes que es mi voz que penetra y te aturde.
Casi como si nada, en el silencio y aún en el ruido que crece en el día, la vida nos pasa de frente buscando la felicidad sin saber que la felicidad está en esos pequeños instantes en que uno sonríe y mira y respira.
El amor es ilusión primera –yo lo llamaría trabajo- que se desvanece a veces en la realidad del tiempo que nos corre por las venas y se transparenta por la piel.
¿Dónde estás tú? ¿Qué cama te cobija en los brazos de la ilusión? ¿En qué brazos tu cuerpo yace cansado? ¿En qué ganas tus ímpetus se estrellan una y otra vez como olas en la arena? ¿En qué universos tus ojos se pierden contando estrellas? Si no estás conmigo…

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sábado, 8 de enero de 2011

La palabra

La palabra es un producto que sale del alma, vende, es cierto pero hay que saber comprarla, el buen vendedor espera pero no sabe a quién podría interesarle el producto, así, se pasa ofreciéndolo mucho tiempo, a veces la conserva para siempre, otras tantas se lo da al primer comprador que se presenta a su lado.
Por el lado del comprador, le atrae lo bonito ”lo que vende”, lo que entra por los ojos, aunque no sea algo realmente bueno, muchas veces lo compra por eso, por bonito, para desecharlo a las primeras de cambio, otras tantas termina aburriéndose de ello, y quedando más vacío que antes, aquí lo que conviene es comprar y mirar y pasar tiempo con lo que se admira, hasta que se termina convenciendo de la utilidad de quedarse con aquello que se compró, o como buena compra, desde un principio se busca por la utilidad de las cosas.
El amor tiene mil caras, una de ellas es la tristeza, la añoranza se columpia siempre en el sueño y se suele soñar con todo lo que nos alegra, lo que nos produce placer, la locura de enamorarse va muy pegada a la tristeza de sentir el engaño, el miedo de sentir que podemos amar más allá de nuestros límites nos invade y quedamos atónitos de cada día nuevo que vivimos enamorados y somos cursis y volamos.
Pero lo más importante es el recurso de ese fuego interno que no se apaga, de ese amor por nosotros mismos, porque a medida que éste crezca, podremos darlo a manos llenas, y será una fuente que no se agote por más que demos amor.


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