He llegado hasta aquí
sintiendo los pasos del recuerdo.
El polvo de los días se aglutina y desespera
en las paredes desnudas
y las letras
¡Cuánto sentimiento!¡Cuánta elegancia en este descubrir
de la intelectualidad contemporánea!
¡Y tan sencillo que es todo!
y se pierde en el universo cibernético
de estos diez meses y contando.
La luz aún encendida de vez en cuando
y uno que otro rasgo mudo, diferente de todos ellos
dice: “aquí estuvo un día…”
Más allá, entre los zarzales de azaremas desconocidas
esta la silla donde reposa la espera,
quizá,
quizá regrese un día…
Copyright © Eugenio.– Todos los derechos reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario