miércoles, 24 de diciembre de 2008

Sucede que a veces te recuerdo...



Sucede que a veces te recuerdo
y me doy cuenta que me faltas,
en la soledad que me cobija con tu atuendo
en el silencio que a mis ojos vence poco a poco.
Sucede que a veces te extraño y todo te extraña
mi cuerpo, mi alma, mis quejas, mis enojos
y todo se vuelve contra mí y todo es mío
como el amanecer en tus ojos, como tu soledad
o tu ausencia.

A veces recuerdo que me paso de largo
en el tiempo de un olvido,
entre las calles, las mismas calles de siempre,
esquinas enarbolando distancias y tristezas,
entre mujeres que mecen sus cabellos al azar
y se ofrecen al mejor postor –y me ven pasar de largo-.
Yo soy nadie, ligero como el aire, como el humo de un cigarro,
viviendo un momento, si tú no estás.

Deberías aumentarte como la tarde
o el frío de la madrugada,
si no te aumentas en mis ojos o en mi cintura atada a ti,
soy nadie.
Con tu reflejo oculto en mi alma
y en esta necesidad que tengo de ti
y que me refleja en la inmensidad de unas horas de amor…
me faltas.

Sucede que a veces te recuerdo
y me doy cuenta que me faltas
y toda tú te haces realidad,
en mis manos que frágiles recorren la línea que dibujas con tu sonrisa,
en el rincón dónde se atesora tu ternura
tu imagen se mueve como si fueras tú misma,
y me doy cuenta entonces que a mi lado,
estas dormida.


Eugenio
(Alevosía)
Poemas para mí


Copyright © Eugenio.– Todos los derechos reservados


1 comentario:

Bibiana Poveda dijo...

Es un bellísimo poema, Euge, con una nostalgia infinita...
Un beso, amigo, gracias por la primicia!